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El título puede llamar la atención: Oratoria Práctica. Claro, ¿no debería ser siempre práctica la oratoria? ¿Es que cuando hablamos no lo hacemos de forma práctica? Pues, la respuesta es que es muy común que compliquemos mucho la comunicación, que no vayamos al grano o concretemos, que surjan conflictos por no expresarnos adecuadamente .... en fin, que al final más que cautivar a la audiencia, dejamos precisamente de cautivar y causamos rechazo.

Aquí tienes 5 técnicas para cautivar a nuestro público:

1) Presencia en la comunicación. 

Si alguien del publico hace un comentario, pregunta, consulta hay que estar presente, no se puede estar pensando en otras cuestiones que no sean estrictamente las relacionadas con la atención a tu audiencia. Al estar presente, tu interlocutor - o interlocutores - lo nota porque te ve atento. Por ello, debes acompañar la presencia de escucha activa y no tener el foco solo en lo que vas a decir después de la pregunta o consulta. Una clave muy buena para asegurar que escuchamos activamente es parafrasear lo que acaban de consultarnos. Por ejemplo, se pueden decir frases del                                                                                                                       tipo "Si he entendido bien....” (y repites lo que has entendido). 

2) Lenguaje corporal positivo.

Gestos faciales sin gracia, brazos cruzados, manos ausentes, poco contacto visual y más señales forman parte del lenguaje corporal negativo, ese que no conecta con nadie. Así que lo positivo es:

Mostrar una mirada limpia y buen contacto visual que da confianza, al tiempo que das una sonrisa verdadera que da sensación de calma. Además, tu cara debe expresar emociones para acompañar lo que estás diciendo. Y, siempre, tus manos y brazos libres para transmitir apertura con estas partes tan importantes de nuestro cuerpo. También podríamos hablar de una postura recta y comodidad a la hora de ubicarse en el escenario, sin cruzar piernas. 

Esta charla es una de las más conocidas a nivel mundial y nos habla de la importancia del lenguaje corporal: https://youtu.be/Ks-_Mh1QhMc?feature=shared

3) Voz.

Hagamos un ejercicio ahora pensando cuando estamos con los amigos de siempre. Estoy seguro de que las reuniones con ellos y ellas no son en silencio, a no ser – como excepción – que hayamos elegido ese silencio. Normalmente, hay emoción en la voz, hay distintos tonos al llegar al encuentro, en el desarrollo, en la despedida…. Pues, así debemos ver al público. No es que tengas que convertirlos en tus amigos, solo que los veas como personas cercanas, y ellos a ti, obviamente. Así que, haz buen uso del énfasis en frases importantes, del volumen según quieras destacar una parte de tu discurso, de la velocidad si quieres darle más o menos dinamismo o la modulación para contar algo emotivo. Un truco para mejorar, en esta técnica te ayudará mucho volver a tu infancia, elegir un cuento que te gusta y contarlo con distintas formas de voz como si quisieras contarlo a un niño.

4) Interacción.

Hay algunas presentaciones que serán monólogos. Normalmente, si puedes y es el caso, se recomienda la interacción con el público. A las personas que participamos como espectadores, nos cuesta a veces romper el hielo pero, si nos dan opción, rápidamente nos sentimos cómodos y nos gusta que la presentación también tenga una parte de diálogo e interacción. Puedes hacerlo bien con preguntas abiertas o cerradas o con encuestas durante la presentación o hacer paradas por si alguien desea hacer alguna consulta o comentario concreto. 

5) Historias y ejemplos.

Las historias siempre han funcionado. Recordamos con emoción cómo nuestros abuelos, padres, profesores nos amenizaban con bonitas historias. Los datos, hechos, estadísticas claro que son necesarios en oratoria. Y si los acompañamos de historias reales, nuestras o de personas cercanas, cautivaremos más y más a ese público que está escuchándonos. En la temática de este artículo, imaginemos que estoy dando una conferencia sobre la comunicación en público y quiero dar un mensaje sobre hablar con seguridad y eficacia. Pues, por ejemplo, podemos contar nuestra historia como niños tímidos o como alguien cercano tenía pánico escénico y cómo lo superó. Las historias humanizan y nos acercan mucho al corazón de cada persona. 

¿Vas a utilizar la oratoria práctica a partir de ahora? Aplica estas anteriores técnicas y tendrás a tu audiencia queriendo escucharte una y otra vez.